La estadounidense Natalie Grabow, de 80 años, se ha convertido en una leyenda viva del deporte de resistencia al cruzar la meta del exigente triatlón IronMan en Kona, Hawái, rompiendo el récord de la mujer de mayor edad en completar la extenuante prueba. Conocida ya como la «abuelita de acero», Grabow finalizó la competencia en un impresionante tiempo de 16 horas y 45 minutos.
La hazaña implicó superar los tres desafiantes segmentos del IronMan: 3.8 kilómetros de natación en aguas abiertas, 180 kilómetros de ciclismo y, para culminar, una maratón de 42 kilómetros. Con su determinación, Grabow pulverizó la anterior marca, que estaba en manos de su compatriota Cherie Gruenfeld, quien había completado el triatlón a los 78 años.
El triunfo épico no estuvo exento de dramatismo. Las imágenes oficiales de la competencia capturaron el momento en que Grabow, agotada por el esfuerzo, sufrió una caída a escasos metros de la meta. Sin embargo, en un inspirador alarde de orgullo y tenacidad, se levantó de inmediato y cruzó la línea final en medio de una ovación atronadora del público.
Lo que hace aún más notable su logro es que Grabow no es una veterana en todas las disciplinas. De hecho, su incursión en el triatlón fue tardía: la atleta aprendió a nadar recién a los 59 años, demostrando que la edad es solo un número cuando se trata de perseguir grandes metas.
«Estoy muy feliz y agradecida porque todavía puedo competir en este deporte a mi edad. El triatlón me permite sentirme fuerte tanto mental como físicamente, y satisface mi espíritu competitivo», declaró Grabow a medios locales, resumiendo la filosofía detrás de su increíble récord. Su historia es un poderoso mensaje de perseverancia y un testimonio de que la pasión y la voluntad pueden desafiar cualquier límite generacional.
Con información de Milenio
