Donald Trump declara a Chicago como «zona de guerra» tras desplegar a 300 soldados de Guardia Nacional

by Mario Guillermo

La administración de Donald Trump intensificó su conflicto con las ciudades de mayoría demócrata, al designar a Chicago como una «zona de guerra» para justificar el polémico despliegue de 300 soldados de la Guardia Nacional, una medida que ha sido enérgicamente rechazada por las autoridades locales.

La decisión, que se da en medio de la agenda de control migratorio de la Casa Blanca y protestas de la comunidad contra las fuerzas federales, ha provocado una dura confrontación con el gobernador de Illinois, JB Pritzker.

El gobernador Pritzker no tardó en condenar la acción federal, calificándola de «indignante y antiestadounidense». A través de su cuenta de X (anteriormente Twitter) el pasado viernes 4 de octubre, el gobernador demócrata reveló que el Departamento de Guerra le había emitido un ultimátum: «llamen a sus tropas o lo haremos nosotros», ante su negativa a ceder a las demandas de frenar las protestas en la zona.

En una entrevista con CNN, Pritzker fue más allá, acusando al presidente de intentar generar un ambiente de caos. «Quieren crear la zona de guerra para poder enviar aún más tropas. Tienen que largarse de aquí cuanto antes», declaró el gobernador, insistiendo en que la presencia de la Guardia Nacional no era necesaria en el estado.

La designación de Chicago, conocida como una ciudad santuario para migrantes, forma parte de una estrategia más amplia de la Casa Blanca dirigida a varias ciudades. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, salió en defensa de la medida, reafirmando la polémica calificación.

Noem declaró que Chicago «es una zona de guerra» en respuesta a las protestas que se han llevado a cabo contra las políticas migratorias de la administración Trump. Estas protestas han visto a miembros de la comunidad manifestarse contra las fuerzas federales, elevando la tensión en la metrópoli.

Mientras la administración federal logra su cometido en Chicago, la estrategia ha enfrentado obstáculos legales en otros lugares. Un juez federal en Oregón, por ejemplo, bloqueó temporalmente un plan similar para desplegar tropas en Portland. A pesar de este revés judicial, la Casa Blanca parece decidida a avanzar con su plan de movilización en Illinois, marcando un claro desafío a la autonomía de los gobiernos estatales y locales.

Con información de Milenio

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