Un video que se ha hecho viral en redes sociales ha desatado una fuerte polémica y generado preocupación sanitaria entre los usuarios del transporte público en Puebla. La grabación, captada por pasajeros el pasado 14 de noviembre, muestra a una madre realizando una práctica antihigiénica en pleno viaje: retirando piojos del cabello de su hijo y presuntamente esparciéndolos dentro de la unidad que cubría la ruta entre la capital poblana y Zaragoza.
El periodista Pedro Luna, quien difundió las imágenes, destacó que la actitud de la mujer, que actuaba sin aparente preocupación, provocó una ola de críticas. Los internautas exigieron de inmediato a las autoridades un mayor control sanitario y mejores condiciones de higiene en el transporte público.
El incidente ha puesto de relieve la preocupación por la pediculosis (infestación por piojos), un problema que va más allá de la simple molestia. Los usuarios recordaron que estos parásitos pueden ser vectores de enfermedades como el tifus o la fiebre de las trincheras, que resultan especialmente peligrosas para la salud de los menores.
Este hecho ocurre en un contexto donde las escuelas son el principal foco de contagio en el país. La Secretaría de Salud estima que, en México, 3 de cada 10 niños en edad escolar padece esta infestación, una problemática que se intensifica durante las temporadas de calor, época en la que los piojos se reproducen con mayor velocidad.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha señalado que, aunque la pediculosis puede afectar a cualquier persona, los niños de entre 3 y 11 años son la población con mayor riesgo. El contagio se produce principalmente por el contacto directo entre cabelleras, común durante actividades escolares y juegos.
Sin embargo, el IMSS advierte que el contagio también puede ocurrir al compartir objetos de uso personal, tales como:
- Peines y cepillos.
- Gorras, diademas y auriculares.
- Almohadas y cobijas.
Ante la creciente preocupación, las autoridades sanitarias hacen un llamado a padres y maestros para que realicen revisiones periódicas en la cabeza de los niños, especialmente en los meses más cálidos, y refuercen las medidas de prevención, como evitar compartir artículos personales.
Con información de Milenio
