El mundo empresarial y de los concursos de belleza se estremece tras confirmarse la imputación de Raúl Rocha Cantú, magnate de Nuevo León y actual propietario de la franquicia Miss Universo México. La Fiscalía General de la República (FGR) lo ha señalado como presunto cabecilla de una compleja organización criminal dedicada al tráfico de drogas, armamento y combustible robado (huachicoleo) en la frontera sur de México y su distribución hacia el centro del país.
Según la información de la Fiscalía, Rocha Cantú figuraría como uno de los líderes clave en la estructura que operaba la entrada de combustible ilegal. Este hidrocarburo era introducido a bordo de lanchas a través del Río Usumacinta, en la frontera con Guatemala, para luego ser transportado en pipas a gran escala desde Chiapas y Tabasco hasta el estado de Querétaro.
La investigación de alto impacto tomó curso el 29 de noviembre de 2024, a raíz de una denuncia anónima recibida por la FGR. El documento de la denuncia no solo aportaba nombres de supuestos cómplices, sino que detallaba con precisión los lazos directos del empresario con las actividades ilícitas de la red.
La organización criminal, ahora bajo el foco de la justicia, está acusada de un arsenal de delitos graves, incluyendo:
- Tráfico Internacional de Armas: Introducir armamento de forma ilegal desde Guatemala.
- Venta a Cárteles: Comercializar las armas con facciones del crimen organizado, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Querétaro y la banda de La Unión Tepito en la Ciudad de México.
- Distribución de Hidrocarburos: Introducir y distribuir grandes volúmenes de combustible robado o de procedencia ilícita.
El caso escaló el pasado 6 de agosto, cuando la agente Yazmín Mayoral Marín, adscrita a la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), solicitó a un juez federal en Almoloya de Juárez una orden formal de aprehensión contra el empresario.
Los cargos que justifican la solicitud son por delincuencia organizada con los fines específicos de: tráfico de narcóticos, tráfico de armas de fuego y tráfico de hidrocarburos.
Fuentes federales confirmaron que, en un giro inesperado de los acontecimientos, el empresario Raúl Rocha se ha acercado a la FGR. Mientras un tribunal determinaba la jurisdicción del juez que debía seguir con el proceso, el magnate activó un mecanismo legal conocido como criterio de oportunidad.
Esta figura jurídica permite a un imputado entregar información crucial sobre la red criminal a cambio de obtener inmunidad penal, lo que lo convertiría en un testigo protegido clave para desmantelar la organización. El desarrollo de esta negociación será fundamental para el futuro del caso y podría revelar detalles inéditos sobre la operación de esta poderosa red transfronteriza.
Con información de Milenio
