Un trágico y desgarrador suceso conmocionó a los trabajadores y visitantes del panteón Cuautepec, ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero, luego de que el cuerpo sin vida de una mujer fuera encontrado sobre una tumba y parcialmente devorado por perros callejeros que merodean el camposanto.
La víctima fue identificada como María Cristina, una mujer que residía en Teoloyucan, Hidalgo, y que regularmente visitaba la sepultura de su hermano Alfonso, fallecido en octubre de 2024.
De acuerdo con sus familiares, María Cristina tenía la costumbre de suspender sus labores en su negocio de comida para viajar a la Ciudad de México todos los lunes y viernes. Tras visitar a su madre, se dirigía a la tumba de su hermano para honrar su memoria.
Sin embargo, el pasado viernes 28 de noviembre, su ausencia en las visitas habituales encendió las alarmas entre sus hermanos. Lamentablemente, la confirmación de lo sucedido llegó a través de una llamada hecha desde su propio teléfono celular.
El macabro descubrimiento fue realizado por un trabajador del panteón, ubicado en la confluencia de la avenida 5 de Mayo y Francisco Villa. Este notificó al encargado de seguridad que una mujer yacía tendida sobre una de las criptas.
Al inspeccionar el sitio, ambos se percataron de que María Cristina estaba muerta y había sido atacada por una jauría de perros. El ataque canino le provocó graves destrozos en la cabeza y un brazo.
Tras alertar a la policía capitalina, los agentes acudieron al lugar. En sus declaraciones, el personal de seguridad del panteón aseguró no haberse percatado de la presencia de la mujer durante sus rondines previos.
Gracias a su bolso, encontrado junto al cuerpo con sus identificaciones y teléfono, los servicios periciales lograron identificarla rápidamente y contactar a sus deudos.
Las autoridades y los familiares sugieren que el profundo dolor por la muerte de su hermano, sumado al alcoholismo, pudieron haber sido la causa final de la tragedia. Se encontraron varias botellas de bebidas embriagantes de caña en las inmediaciones de los restos.
La principal hipótesis de las autoridades es que María Cristina sufrió una congestión alcohólica en el lugar. Esto la habría dejado inconsciente o inmovilizada, momento en el que fue atacada por la jauría.
Peritos de la Fiscalía capitalina realizaron el levantamiento del cuerpo y lo trasladaron al Instituto de Ciencias Forenses (Incifo), donde fue reclamado por sus familiares, poniendo un trágico fin al sufrimiento que le causó la pérdida de su hermano.
Con información de El Universal
