Un tranquilo paseo por el suroeste de Costa de Marfil se transformó en una tragedia cuando una embarcación artesanal fue atacada por un hipopótamo en el río Sassandra, resultando en la desaparición de once personas, incluyendo mujeres, niños y un bebé. El incidente, ocurrido cerca de la ciudad de Buyo, ha puesto de manifiesto el peligro que representan estos animales en la región.
Las autoridades locales confirmaron que solo tres de los pasajeros sobrevivieron al caos, logrando ser rescatados tras el ataque que volcó la embarcación en las aguas turbias del río. Equipos de rescate mantienen la búsqueda de las víctimas, aunque las esperanzas se desvanecen con el paso de las horas.
Este trágico suceso vuelve a poner el foco en el hipopótamo, una de las criaturas más letales de África. A pesar de su apariencia robusta y su dieta vegetariana, estos animales son responsables de un gran número de ataques a humanos en el continente. Un estudio de 2022 de la Universidad Nacional de Costa de Marfil reveló que los hipopótamos son la especie silvestre que más ataques a personas protagoniza en el país, superando a cocodrilos y grandes felinos.
El incidente de Buyo no es un caso aislado. En abril de este año, al menos 10 niños fallecieron en un accidente similar en una laguna cercana a Abiyán. En 2023, en Malaui, un ataque de hipopótamo cobró la vida de siete personas, incluyendo un bebé de un año. El peligro se extiende incluso a los safaris turísticos, como el que sufrió una viajera de Nueva Jersey en junio de 2024 en Zambia, donde perdió la vida tras el embate de un hipopótamo a su bote.
En los ríos Sassandra y Bandama, se estima que habitan alrededor de 500 hipopótamos, muchos de los cuales viven peligrosamente cerca de comunidades ribereñas. Para estas poblaciones, las embarcaciones artesanales son a menudo el único medio de transporte, y frecuentemente navegan sobrecargadas y sin las mínimas medidas de seguridad.
La especie que domina estos cauces es el hipopótamo común (Hippopotamus amphibius), conocido por su agresividad, a diferencia de su pariente más pequeño y tímido, el hipopótamo pigmeo. Aunque la cultura popular y los cuentos infantiles a menudo los presentan de forma inofensiva, los expertos y las comunidades locales son conscientes de que estos gigantes acuáticos no deben ser subestimados.
Con información de Milenio
