Madre vende a su hija a un chamán interesado en la “piel y ojos” de la niña

by Mario Guillermo

La pequeña Joshlin Smith, de tan solo seis años, con sus distintivos ojos verdes y tez clara, se convirtió en el centro de una desgarradora historia que ha sacudido a la comunidad de Saldanha Bay y resonado a nivel internacional. Lo que inicialmente se reportó como una misteriosa desaparición en febrero de 2024, culminó en un juicio revelador que expuso la brutal verdad: la propia madre de Joshlin la había vendido por una suma de 20 mil rands (aproximadamente 21 mil pesos mexicanos) a un sangoma, un curandero tradicional sudafricano, con la intención de utilizar sus ojos y piel en rituales.

La búsqueda desesperada de Joshlin, que movilizó a la nación e incluso atrajo la atención internacional, tomó un giro sombrío a medida que las investigaciones policiales desentrañaban una trama escalofriante. La principal sospechosa no era otra que Kelly Smith, la madre de 35 años que inicialmente clamaba por la ayuda del público para encontrar a su hija.

El juicio, que se extendió a lo largo de ocho intensas semanas, se llevó a cabo en un centro deportivo local, un espacio amplio necesario para albergar la gran cantidad de personas que seguían de cerca el escalofriante caso. Durante el proceso judicial, más de 30 testigos ofrecieron testimonios escalofriantes. Vecinos y un pastor local declararon haber escuchado a Kelly Smith expresar su intención de vender a sus hijos por sumas tan bajas como 5 mil pesos mexicanos cada uno, pintando un retrato de una mujer desesperada y cruel.

Los documentos judiciales fueron contundentes al describir a Kelly Smith como la «mente maestra del tráfico de su propia hija». La Autoridad Nacional de Procesamiento Penal (NPA) presentó pruebas irrefutables de que Joshlin fue «vendida y entregada al comprador» con el propósito de «explotación, es decir, esclavitud o prácticas similares».

Finalmente, la justicia llegó para Joshlin. El juez Nathan Erasmus dictó una sentencia ejemplar contra los responsables de este horrendo crimen. Kelly Smith, su novio Jacquen Appollis y su amigo Steveno van Rhyn fueron condenados a cadena perpetua por el delito de tráfico humano, además de recibir una pena adicional de 10 años de prisión por el cargo de secuestro.

Este caso ha dejado una profunda cicatriz en la comunidad de Saldanha Bay y ha generado una ola de indignación en todo el país. La brutalidad del crimen y la traición de una madre hacia su propia hija han puesto de manifiesto la existencia de prácticas oscuras y la vulnerabilidad de los niños ante la codicia y la superstición. La condena de los responsables representa un paso importante hacia la justicia para Joshlin y un mensaje contundente contra la trata de personas y la explotación infantil en Sudáfrica.

Con información de Milenio

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