Lo que comenzó como una compra nocturna impulsiva se ha transformado en una de las aventuras más inesperadas de la vida de Rhi Evans, una apasionada de las aves residente en Gloucestershire, Reino Unido. Hace tres años, Rhi, quien siempre había soñado con tener un emú, adquirió un huevo fertilizado a través de eBay tras tomar una pastilla para dormir. Hoy, ese insignificante huevo ha eclosionado y crecido hasta convertirse en EJ, un imponente emú de 1.80 metros de altura que convive con ella en su hogar.
«Ha sido una experiencia loca, pero una de las mejores cosas que me han pasado en la vida», comentó Rhi, reconociendo el desafío. «Definitivamente no recomendaría a nadie que simplemente comprara un huevo de emú, porque es una gran responsabilidad. Pero teniendo en cuenta que ya había criado y tenido varias aves y vivo en una zona rural, ¡todo salió bien!».
La británica se dedicó a la incubación del huevo durante dos arduos meses. Debido a las características de la cáscara del emú, es notoriamente difícil confirmar si el polluelo se está desarrollando hasta los últimos días. Sin embargo, Rhi se mantuvo constante, asegurando la atención y el volteo diario que el huevo requería.
Tras su nacimiento, el ave fue bautizada como «Emu Jonathan» bajo la suposición de que era macho. No obstante, una consulta veterinaria posterior reveló que el polluelo era, de hecho, hembra, por lo que su nombre fue cariñosamente modificado a EJ.
Rhi describe a EJ como un miembro consentido de la familia. «Me encanta tener a EJ en mi vida,» afirma, «se lleva bien con los otros pájaros, puede dar mucho trabajo y para ser sincero, lo mimo demasiado. Ella recibe las frutas y verduras más frescas y también la alimento con pienso especial para ratas».
Los emúes son conocidos por ser la segunda ave más grande del mundo, solo superados por el avestruz. Estos animales, de coloración grisácea y cuello azulado, pueden alcanzar hasta 60 kilogramos de peso. Aunque poseen alas, están adaptados a la vida terrestre gracias a sus fuertes patas, alimentándose de materia vegetal, frutas, semillas, brotes y algunos insectos.
En cautiverio, los emúes tienen una esperanza de vida que oscila entre 25 y 28 años, aunque algunos ejemplares han llegado a vivir hasta 35 años.
Para quienes se pregunten sobre la legalidad de tener esta especie en otros países, en México la tenencia de un emú es posible, pero requiere una estricta regulación. Es indispensable contar con el permiso oficial de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Con información de Milenio
