Un juez federal ha ordenado la demolición del edificio Adamar Solimán, un complejo de apartamentos de lujo ubicado en la Bahía Solimán, en Tulum. La decisión judicial se tomó tras un amparo a favor de una asociación civil que argumentó que la construcción ponía en riesgo la zona de anidación del santuario de la tortuga marina de Xcacel-Xcacelito.
El Juzgado Octavo de Distrito de Quintana Roo emitió la sentencia, instruyendo a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a iniciar los procedimientos legales para la demolición. Esta resolución es un revés para los desarrolladores, Desarrollos Tulum Dieciséis y The Partner Group, quienes intentaron negociar para mantener la construcción.
Una victoria para la defensa ambiental
El caso fue llevado a los tribunales por la asociación civil Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), un grupo de abogadas especializadas en litigios ambientales. Esta es la segunda victoria de la organización en menos de un año, luego de que en junio lograran una sentencia similar contra el edificio Maiim, también en la Bahía Solimán.
DMAS inició la acción legal a solicitud de ciudadanos preocupados por el impacto ambiental de la construcción. Las abogadas lograron demostrar que el desarrollo, promocionado por el agente inmobiliario Miguel Jasso, se estaba llevando a cabo sin los permisos adecuados y afectando el hábitat natural de las tortugas marinas.
La sentencia judicial, un precedente importante
La sentencia no solo ordena la demolición, sino que también establece un precedente al obligar a la Profepa a actuar de manera proactiva y no delegar la responsabilidad de la restauración ambiental en la empresa sancionada. Además, el fallo exige que la empresa constructora pague las sanciones económicas y que se dé seguimiento a una querella penal por delitos ambientales ante la Fiscalía General de la República.
Este caso pone de manifiesto el creciente conflicto entre el desarrollo turístico y la conservación del medio ambiente en la Riviera Maya, donde la expansión de la infraestructura a menudo se realiza a expensas de los ecosistemas locales.
Con información de Milenio
