La recién coronada Miss Universo, Fátima Bosch, se encuentra en el centro de una polémica luego de que surgieran acusaciones que sugieren un posible favoritismo en el certamen, vinculado a presuntos negocios entre su padre, Bernardo Bosch Fernández, y el dueño de la organización, Raúl Rocha Cantú.
Las sospechas escalaron tras hacerse público un contrato millonario entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y una de las empresas de Rocha Cantú. El documento, que supera los 700 millones de pesos, fue otorgado en 2023, periodo en el que Bosch Hernández se desempeñaba como coordinador en la Dirección de Exploración y Producción de la paraestatal.
Esta coincidencia generó fuertes señalamientos en redes sociales y medios digitales, donde se acusó a la familia de la Miss Universo de haber «comprado la corona», y a ambos involucrados de posibles actos de fraude y corrupción.
Ante la ola de señalamientos, Bernardo Bosch Hernández emitió una carta pública esta tarde para defenderse, calificando las acusaciones como «falsas» y «carentes de rigor periodístico».
En el documento, el empresario destacó su trayectoria de más de 27 años dentro de Pemex y procedió a aclarar un punto clave de la controversia:
«Entre las funciones que desempeñé en Pemex no se encontraba la revisión ni la adjudicación de licitaciones o contratos«, enfatizó Bosch Hernández, desvinculándose de la aprobación del negocio con la empresa de Rocha Cantú.
Además, el padre de la Miss Universo negó enfáticamente cualquier relación previa o vínculo cercano con el dueño de la organización. Aclaró que su primer encuentro con Raúl Rocha Cantú fue reciente: «Lo conocí el 13 de septiembre de 2025, durante el certamen de Miss Universo México celebrado en la ciudad de Guadalajara».
El caso continúa generando debate mientras las partes intentan deslindarse de las acusaciones de conflicto de intereses que han ensombrecido la coronación del certamen de belleza.
Con información de El Universal
