Puebla, México – Un nuevo incidente de prepotencia y abuso ha encendido las redes sociales, luego de que cámaras de seguridad de la caseta de acceso del fraccionamiento Hacienda Los Capulines, en Puebla, captaran el momento en que una residente insulta gravemente a un vigilante. El altercado, que circuló rápidamente en plataformas digitales, muestra a la mujer arremetiendo contra el empleado luego de que este, presuntamente, le impidiera el ingreso por tener cuotas de mantenimiento y vigilancia vencidas.
En las imágenes, se escucha claramente cómo la residente dirige un insulto clasista al trabajador, llamándolo «pinche gato muerto de hambre», mientras intenta forzar la pluma de acceso para entrar al complejo residencial.
De acuerdo con el relato de testigos, la confrontación escaló rápidamente. La vecina, con un tono altanero, lanzó amenazas directas al vigilante, advirtiéndole: «te voy a correr como a los demás», y lo intimidó con frases como «si le pegas a mi carro me vas a pagar». Posteriormente, acusó al trabajador de «casi» golpear su vehículo con la pluma, a pesar de que fue ella quien se acercó peligrosamente a la barrera de acceso que ya se encontraba abajo.
Aunque la discusión se extendió, residentes del fraccionamiento desmintieron que el vigilante fuera el responsable directo de negar el paso. Señalaron que el acceso está regulado por un sistema automatizado que impide el levantamiento de la pluma cuando existen adeudos de cuotas, una situación que, según indicaron, aplicaba para la mujer.
El video no tardó en volverse viral, generando una ola de indignación entre los usuarios de redes sociales. Siguiendo la tradición de la cultura digital mexicana para este tipo de casos, la residente ya fue bautizada con el mote de «Lady pinche gato muerto de hambre», en alusión al clasismo exhibido y el lugar de los hechos.
Los comentarios en línea han sido unánimes, condenando la «pésima actitud» de la mujer. La mayoría de los internautas concuerda en que la vecina debe regularizar sus pagos al fraccionamiento en lugar de desquitar su frustración contra el vigilante, quien, además, no sería quien gestiona el sistema de acceso.
Con información de Excelsior
