La ciudad de Estambul, conocida por sus imponentes rascacielos, fue escenario de un aterrador incidente que puso en vilo a miles de ciudadanos y que rápidamente se ha viralizado en redes sociales. Un grupo de trabajadores de mantenimiento, encargados de la limpieza de vidrios, quedó atrapado a gran altura en la fachada de un edificio en el distrito de Ümraniye tras ser sorprendidos por ráfagas de viento inusualmente fuertes.
La jornada laboral de los limpiacristales se transformó en una agonía de más de dos horas cuando una tormenta repentina azotó la metrópoli turca. La grabación capturada por testigos muestra la dramática situación: las cuerdas y andamios que aseguraban a los trabajadores comenzaron a moverse de forma salvaje y descontrolada, elevándolos, haciéndolos oscilar violentamente y golpeándolos contra la estructura del rascacielos.
El incidente ocurrió el martes por la mañana (fecha del hecho, según la búsqueda), cuando la velocidad del viento se incrementó drásticamente. El andamio se desestabilizó al punto de que, a cientos de metros de altura, el equipo se comportaba como un peligroso péndulo. Las imágenes revelan la desesperada lucha de los hombres por mantener el equilibrio, llegando a pender «casi literalmente de un hilo», mientras la plataforma se zarandeaba.
La dramática situación no solo expone los peligros inherentes al trabajo en las alturas, sino que también subraya la urgente necesidad de reforzar los protocolos de seguridad laboral en Estambul, una ciudad con un acelerado desarrollo inmobiliario.
Equipos de emergencia, incluyendo bomberos y personal de rescate, se movilizaron de inmediato al lugar. No obstante, las maniobras de salvamento resultaron extremadamente complejas y lentas debido a la altura y a la persistente fuerza del temporal. La coordinación para lograr estabilizar las cuerdas y facilitar un descenso seguro se extendió por más de 120 minutos, un lapso que pareció eterno para los afectados y para la multitud que seguía la emergencia desde el suelo.
Afortunadamente, el esfuerzo conjunto de los equipos de rescate permitió que los empleados fueran bajados finalmente a tierra sin reportar heridas graves, aunque visiblemente conmocionados por la experiencia.
Con información de Heraldo
