En una escalada sin precedentes en su confrontación con la Universidad de Harvard, la administración del expresidente Donald Trump ha oficializado este jueves la prohibición para que la prestigiosa institución admita estudiantes internacionales. La medida, implementada a través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), implica la eliminación del programa de visas para estudiantes de la universidad, revocando con efecto inmediato su certificación para el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP).
Esta drástica decisión significa que Harvard no podrá inscribir a ningún estudiante extranjero para el ciclo académico 2025-2026. Adicionalmente, los alumnos extranjeros que actualmente cursan estudios en la universidad se ven obligados a transferirse a otra institución educativa o perderán su estatus legal para residir en Estados Unidos antes del inicio del próximo año académico.
La secretaria del DHS, Kristi Noem, justificó la medida alegando una «conducta pro-terrorista» durante las recientes protestas estudiantiles en el campus de Harvard, así como la supuesta negativa de la universidad a cooperar con las solicitudes del DHS de registros de comportamiento de los estudiantes con visas.
En declaraciones a la prensa, Noem acusó a Harvard de fomentar un ambiente «inseguro y hostil» para los estudiantes judíos, de promover retórica favorable a Hamas y de implementar políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) que calificó de «racistas».
En una carta dirigida a Maureen Martin, directora de servicios de inmigración de Harvard, la secretaria Noem describió la falta de respuesta de la universidad a múltiples solicitudes de información relevante como «descarada» y su incumplimiento de requisitos de informes básicos como «épico».
No obstante, Noem ofreció a Harvard un ultimátum de 72 horas para proporcionar la información requerida, abriendo una pequeña ventana de oportunidad para que la universidad recupere su programa de visas de cara al próximo año escolar. Esta acción representa un golpe significativo para la reputación internacional de Harvard y plantea serias interrogantes sobre el futuro de su comunidad estudiantil global. Se espera una pronta respuesta por parte de la universidad ante esta contundente medida.
Con información de Milenio
