México experimentó una serie de apagones durante la tarde del martes, un fenómeno que el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de «excepcional y no anticipado». A pesar de los contratiempos, el presidente reafirmó la capacidad del país para generar energía suficiente para satisfacer las necesidades de los mexicanos.
Los cortes de energía, que coincidieron con una intensa ola de calor que azotaba a la nación, elevando las temperaturas a un promedio de 33 grados Celsius, fueron breves y no afectaron a todo el territorio nacional. El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), encargado de la distribución de energía, activó sistemas de alarma y logró restablecer el servicio eléctrico rápidamente. El presidente López Obrador ha prometido una vigilancia constante ante esta «situación especial».
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Ante la preocupación de futuros apagones, el mandatario federal descartó la posibilidad, enfatizando la necesidad de prevenir tales incidentes. En un esfuerzo por garantizar la estabilidad energética, se programaron reuniones con autoridades y empresas privadas, que actualmente generan la mitad de la electricidad del país, para asegurar el buen estado de las plantas de generación y fomentar la colaboración efectiva en este sector vital.
Con información de Milenio
