Las redes sociales han dejado de ser meros espacios de entretenimiento para convertirse en plataformas donde las historias personales pueden capturar la atención de miles de personas. En este contexto, la historia de Valerie y Andrés ha logrado destacarse de manera especial. A través de su cuenta de Instagram, @valeriesmalloficial, esta pareja ha compartido una decisión que ha generado controversia y debate entre sus seguidores.
Valerie y Andrés han optado por una forma de noviazgo que ellos mismos reconocen como poco convencional en los tiempos actuales. En un video compartido en sus redes, explican su decisión de “guardarse para el matrimonio”. Según ellos, el simple acto de besarse puede generar estímulos que podrían llevar a actos que preferirían evitar. “Es una manera de cuidarnos durante el noviazgo”, afirma Andrés en el clip, que hasta el momento ha superado los 4 millones de reproducciones.
La pareja enfatiza que su elección va más allá de la abstinencia física; es un compromiso con su fe y sus creencias personales. “Decidimos guardarnos en santidad”, explica Valerie. Este enfoque en la santidad es algo que, según ellos, debería discutirse más abiertamente en la sociedad actual.
Andrés describe su camino hacia el matrimonio como un “proceso de purificación”. Para él, abstenerse de besarse es una forma de honrar a Dios y agradecer por las bendiciones recibidas. Citando un versículo bíblico de primera de Corintios, “Todo me es lícito, pero no todo me conviene”, destacan que, aunque un beso no es intrínsecamente malo, prefieren evitarlo como precaución y respeto a sus valores.
La historia de Valerie y Andrés ha generado diversas reacciones entre los usuarios de redes sociales. Algunos se preguntan cuándo será la boda, mientras otros enfatizan la importancia del dominio propio en una relación. También hay quienes cuestionan cómo saben si están estimulando algo o si se entenderán después del matrimonio. Sin embargo, también hay mensajes de apoyo y admiración por su valentía y testimonio.
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Una usuaria compartió su propia experiencia: “Yo llevé una relación con mi esposo sin besos ni nada durante 2 años, y hoy les puedo decir que llevamos 12 años de matrimonio. Soy muy feliz con él”.
Con información de La República