El mundo artístico está de luto tras la partida de Armando Silvestre Carrascosa, querido actor mexicano que dejó una huella imborrable en la Época de Oro del Cine Mexicano. La triste noticia fue confirmada por su sobrina, Lorena Silvestre, a través de su cuenta oficial de Facebook.
Armando Silvestre, quien falleció a los 98 años el pasado 3 de junio, tenía una historia fascinante. Nacido el 28 de enero de 1926 en San Diego, California, este mexicoestadounidense se crió en una familia de comerciantes prominentes. Aunque inicialmente soñó con ser torero, un grave accidente con un toro cambió su destino. Sin embargo, su vida no se detuvo ahí. Se involucró en las carreras de autos deportivos, la equitación, el buceo, el golf y las regatas de velero, destacándose en cada disciplina.
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Fue su tía, la escritora María Carrascosa, quien lo introdujo al mundo de la actuación. A partir de 1945, Armando incursionó en el cine con pequeñas apariciones, pero no fue hasta 1947 cuando consiguió un papel protagónico en la película «Lola Casanova», donde su apariencia física lo hizo destacar.
Sin embargo, su vida dio un giro inesperado en la década de los 50. En una entrevista para el programa «La Historia Detrás del Mito», Armando reveló que se vio obligado a abandonar México debido a una amenaza del expresidente Miguel Alemán Valdés. El mandatario no veía con buenos ojos la relación de Armando con la también actriz Linda Christian, y así comenzó su exilio en Estados Unidos.
Hollywood también abrió sus puertas a este talentoso actor. Participó en películas como «Wyoming Mail» (1950), «Apache Drums» (1951) y «Mark of the Renegade» (1951). Su versatilidad lo llevó a destacarse en diversos géneros, como en «Ahí viene Martín Corona» (1952) y su secuela «El enamorado» (1952), además de «La red» (1953), que ganó un premio especial en Cannes.
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La partida de Armando Silvestre deja un vacío en el cine mexicano, pero su legado perdurará en la memoria de quienes disfrutaron de su talento y carisma.
Con información de Infobae