La Policía de Mánchester se ha visto envuelta en una nueva polémica tras la difusión de un video que muestra a uno de sus agentes propinando una brutal golpiza a un individuo en el aeropuerto de la ciudad. Las imágenes, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, han generado una ola de indignación en el Reino Unido.
El incidente, ocurrido el pasado martes en la Terminal 2 del aeropuerto, muestra al agente, equipado con una pistola Taser, pateando repetidamente la cabeza de un hombre que se encontraba en el suelo. A pocos metros, una mujer que llevaba puesto un hiyab observaba la escena conmocionada.
Ante la gravedad de los hechos, la policía ha decidido suspender al agente de todas sus funciones mientras se lleva a cabo una investigación exhaustiva. El alcalde de Mánchester, Andy Burnham, ha calificado las imágenes como «muy perturbadoras» y ha respaldado la decisión de suspender al agente. Sin embargo, ha pedido cautela a la hora de emitir juicios, ya que asegura que el video completo revela una situación más compleja.
Por su parte, la policía ha justificado el uso de la fuerza alegando que varios agentes resultaron heridos durante una pelea previa al incidente. No obstante, estas declaraciones no han logrado aplacar el enfado de la opinión pública, que exige una investigación transparente y sanciones ejemplares para los responsables.
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El primer ministro británico, Keir Starmer, se ha puesto en contacto con el alcalde de Mánchester para expresar su preocupación por lo sucedido y ha subrayado la importancia de llevar a cabo una investigación «exhaustiva y con mesura».
La difusión de este video ha reavivado el debate sobre el uso de la fuerza por parte de las fuerzas del orden y ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en las actuaciones policiales.
Con información de Milenio