La noche del domingo, un impresionante socavón de 20 metros de diámetro y 15 metros de profundidad se formó en la comisaría de Xocén, Valladolid, presuntamente como consecuencia de las obras del Tren Maya.
El estruendo previo al hundimiento arrastró consigo un majestuoso árbol de ceiba de casi 15 metros de altura, generando gran alarma entre los habitantes. Este fenómeno geológico ha suscitado una profunda preocupación debido a su magnitud y al impacto potencial en la infraestructura local. Los residentes temen que este tipo de eventos puedan repetirse en otras áreas.
Desde una perspectiva cultural, el socavón ha reavivado antiguas creencias mayas. Los cenotes y socavones eran considerados por los mayas como portales sagrados al inframundo, conocidos como Xibalbá. Estos lugares eran fundamentales en sus rituales y ceremonias, conectando lo terrenal con lo espiritual.
Tras el incidente, elementos de la Policía y Bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) acudieron al lugar y acordonaron varios metros a la redonda para prevenir accidentes. Afortunadamente, no se reportaron lesionados.
Cabe destacar que en diversas partes de la Península de Yucatán se han registrado explosiones controladas para dinamitar áreas y continuar con las obras del Tren Maya, lo que podría estar contribuyendo a la formación de estos socavones.
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La comunidad de Xocén, conocida por su rica herencia cultural, ahora enfrenta un desafío que combina preocupaciones modernas con resonancias de su pasado ancestral.
Con información de Noticaribe