La tranquilidad de la escuela Primaria Ing. Pastor Rouaix se vio sacudida por un incidente que ha generado gran conmoción entre la comunidad escolar. Una madre de familia acusó a un psicólogo interino de haber besado a su hija, lo que desató una ola de indignación y un enfrentamiento entre padres de familia y el personal de la institución.
Los hechos ocurrieron [día] cuando la madre de la menor, una estudiante de cuarto grado, confrontó al psicólogo. La acusación se propagó rápidamente entre los padres de familia, quienes, alarmados por la gravedad de los hechos, se congregaron en la escuela para exigir una explicación y medidas inmediatas.
Ante la creciente tensión, el psicólogo intentó refugiarse en un aula, pero fue perseguido por un grupo de padres enardecidos. La situación se tornó caótica, provocando miedo y confusión entre los estudiantes que presenciaron los hechos.
Directivos de la escuela intervinieron para tratar de calmar los ánimos y proteger al psicólogo, quien fue contratado de manera interina. Sin embargo, la mayoría de los padres exigieron su despido inmediato y responsabilizaron a la directora por haberlo contratado.
Mientras un grupo de padres clamaba por justicia y exigía medidas enérgicas contra el acusado, otros defendieron la inocencia del psicólogo, argumentando que la acusación podría ser falsa o producto de un malentendido.
La división entre los padres fue evidente, lo que reflejó la complejidad y sensibilidad del caso. Algunos padres expresaron su preocupación por la seguridad de sus hijos y demandaron mayor control en la selección del personal docente y administrativo.
Ante la imposibilidad de controlar la situación, elementos de la policía municipal y estatal tuvieron que intervenir. Para evitar mayores altercados, los oficiales escoltaron al psicólogo fuera de la escuela, mientras los padres se manifestaban en la entrada principal.
Las autoridades recomendaron a la madre de la menor presentar una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para que se inicie una investigación exhaustiva y se esclarezcan los hechos.
Este incidente ha dejado una profunda huella en la comunidad escolar, generando un clima de incertidumbre y desconfianza. Los padres de familia exigen ahora mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades educativas.
«No sabemos quiénes están trabajando con nuestros hijos», expresó uno de los padres manifestantes, reflejando el sentimiento de inseguridad que prevalece en la escuela.
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Las autoridades educativas deberán tomar medidas urgentes para restablecer la confianza y garantizar la seguridad de los estudiantes. Se espera que la investigación de la Fiscalía arroje luz sobre lo ocurrido y se tomen las sanciones correspondientes, en caso de que se compruebe la culpabilidad del psicólogo.
Con información de El Imparcial
