En el marco de las acciones de investigación y conservación que se realizan en la Zona Arqueológica de Dzibanché, Quintana Roo, nuevas pistas sobre la poderosa dinastía Kaanu’l han salido a la luz. Bajo el símbolo de la serpiente (kaan, en maya), esta dinastía conquistó y gobernó numerosos señoríos en los territorios que hoy comprenden México, Belice y Guatemala.
El hallazgo fue posible gracias al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), coordinado por la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en paralelo a la construcción del Tren Maya. Dos plataformas decoradas con relieves modelados en estuco han sido desenterradas al poniente del Juego de Pelota II del asentamiento prehispánico.
Según Sandra Balanzario Granados, titular del Promeza en Dzibanché, las subestructuras descubiertas corresponden al periodo Clásico Temprano (500-600 d.C.), y las escenas en los relieves estucados representan a guardianes, ancestros y animales mitológicos, todos asociados con constelaciones y símbolos de la dinastía Kaanu’l.
Estas imágenes, decoradas con serpientes entrelazadas, parecen confirmar que los gobernantes de Dzibanché utilizaban estas representaciones para legitimar su linaje y reforzar su conexión con los dioses. Aunque los relieves aún están en proceso de restauración, su descubrimiento es de gran relevancia para entender la influencia de los Kaanu’l en la región.
Este ambicioso proyecto de investigación y restauración, que inició en diciembre de 2023, continuará hasta finales de 2024, con un equipo multidisciplinario que trabaja en la conservación de los vestigios. Los especialistas también están considerando si dejar los relieves expuestos o cubrirlos para protegerlos del intemperismo, pero mientras tanto, se han realizado tomas fotográficas para crear posibles réplicas.
El hallazgo de estas plataformas es solo uno de los logros alcanzados por el Promeza en Dzibanché, que también ha permitido la restauración de otros importantes edificios como el Templo del Búho y la Pequeña Acrópolis.