En un giro escalofriante de los acontecimientos, el Ministerio de Defensa de Rusia ha acusado hoy al Ejército de Ucrania de llevar a cabo un intento de ataque con drones contra la región de Krasnodar y la república de Adigueya, áreas estratégicas ubicadas en la costa nordeste del mar Negro.
Según las autoridades rusas, el «régimen de Kiev» habría planeado el uso de drones para atacar objetivos de infraestructura civil en estas regiones, lo que marca un escalón más en la creciente tensión entre ambos países. En un comunicado emitido por el Ministerio de Defensa, se informó que las unidades de lucha radioelectrónica de las Fuerzas Armadas de Rusia intervinieron a tiempo, logrando neutralizar los drones en cuestión antes de que pudieran causar daño.
Dos drones ucranianos fueron derribados, según las afirmaciones rusas. Uno de los drones cayó en un campo cercano, mientras que el otro se desvió de su ruta planificada y no alcanzó su objetivo en la infraestructura civil. Aunque no se informa de daños materiales ni víctimas, este incidente subraya la peligrosa escalada en la región, recordando el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania.
Las tensiones entre estos dos países han estado en aumento desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y el conflicto en el este de Ucrania que siguió. Los esfuerzos diplomáticos internacionales para resolver la situación no han logrado una solución duradera, lo que mantiene una incertidumbre constante en la región.
A medida que ambos lados presentan versiones contradictorias de los eventos, la comunidad internacional sigue observando con creciente preocupación, instando a la moderación y al diálogo para evitar una escalada aún mayor en esta delicada situación.
