Puerto Vallarta, Jalisco – Lo que prometía ser una Navidad idílica en las playas del Pacífico mexicano se convirtió en una pesadilla para la familia Švecová, originaria de la República Checa. Robert y Sarka, junto con sus dos hijas de 5 y 10 años, fueron deportados del país la madrugada del 17 de diciembre en el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, sin recibir una explicación clara y, según denuncian, con un trato abusivo por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional.
La familia, que había llegado en un vuelo directo desde Praga, inaugurando una nueva ruta aérea, tenía planeado pasar 10 días recorriendo diversos destinos turísticos de México. Sin embargo, al llegar al aeropuerto «Licenciado Gustavo Díaz Ordaz», se les negó la entrada al país sin justificación aparente.
Robert Švecová relató a MILENIO los momentos de angustia que vivieron, describiendo cómo fue separado de su familia y tratado como un criminal. “Empecé a preguntar qué pasaba, cuál era el problema, que alguien me explicara, o algo de información sobre la deportación… y fui empujado y obligado a separarme de mi familia, lejos de mis hijas, para el autobús que me llevaría en avión”, declaró.
Según su testimonio, la situación escaló rápidamente cuando un oficial de la Guardia Nacional lo tomó del cuello y lo empujó hacia un autobús. Imágenes captadas por Robert con su teléfono celular muestran el momento en que un oficial lo escolta y lo amenaza al percatarse de que está siendo grabado. En los videos se escucha a Robert suplicando en inglés que le permitan regresar con sus hijas, a lo que un oficial responde en español con la amenaza de arrestarlo y llevarlo a la cárcel.
“Disculpe, ¿me puede permitir regresar con mis hijas? Tengo dos hijas, una tiene 5 años, tiene cinco años”, se escucha gritar a Robert en inglés, sin obtener respuesta. “No, lo voy a arrestar y lo voy a llevar a la cárcel”, amenaza el oficial en español.
Robert asegura no comprender los motivos de la deportación, especulando sobre posibles razones como “arrogancia” o una mala impresión inicial. Menciona también la barrera del idioma, señalando la falta de dominio del inglés por parte de los oficiales de migración. “Entiendo que si es tu país debo hablar español, pero la expectativa es que el oficial de inmigración hable algo de inglés; y fue un asalto físico. Yo nunca había experimentado algo así en mi vida, mucho menos de autoridades”, denunció.
Aparentemente, la única explicación que pudieron obtener fue que se les negó la entrada por no haber reservado alojamiento en el mismo hotel para toda su estancia. “Somos mochileros, hacemos turismo con mochila, usualmente no compramos hotel para toda nuestra estancia, porque no nos quedamos en el mismo lugar, nos quedamos dos o tres noches en un destino, para seguir moviéndonos”, explicó Robert.
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Sarka Švecová, por su parte, fue testigo del trato que recibió su esposo y expresó su indignación ante la falta de asistencia y el trato denigrante. “Te sientes como un migrante ilegal, y es el caso, te sientes como nada, porque no te dicen nada, te tratan como nada… Con niñas pequeñas, a las 3 de la mañana, no te sientes bien, quedamos muy en shock cómo pasa esto en pleno siglo 21 ¿y por qué? ese es nuestro punto”, cuestionó.
Este incidente ha generado preocupación sobre el trato que reciben los turistas en México y plantea interrogantes sobre los protocolos de actuación de las autoridades migratorias. Se espera una respuesta oficial por parte del INM y la Guardia Nacional ante las acusaciones de la familia Švecová.
Con información de Milenio
