Kimberly McCormick, de 65 años, viajó a México para someterse a una cirugía de estiramiento de piel, pero se llevó una sorpresa al despertar. Los médicos de la clínica donde se operó le habían colocado implantes de seno y le habían hecho un levantamiento de glúteo, sin su consentimiento.
McCormick había elegido esa clínica porque ya se había hecho allí una operación para bajar de peso, por la que pagó 13 mil dólares. Sin embargo, esta vez su experiencia fue una pesadilla. «Llamé a mi hija llorando, porque me desperté con un pecho enorme, que si viviera hasta los 500 años, nunca hubiera querido», contó a FOX 13.
La mujer aseguró que sufrió negligencia postoperatoria y que ha tenido problemas de salud graves por la falta de atención médica. Además, le dijeron que para revertir la cirugía tendría que pagar 75 mil dólares en Estados Unidos.
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Su hija, Misty Ann, intentó denunciar lo ocurrido ante las autoridades de San Diego, pero le dijeron que debía contactar con la policía mexicana. Sin embargo, cuando fue a la clínica a reclamar, fue agredida físicamente por el personal.
Con información de Aristegui Noticias