El juicio civil por fraude contra el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha concluido en Nueva York. Trump fue acusado de inflar su patrimonio para obtener mejores condiciones de préstamo, pero ha mantenido su inocencia.
En el último día del juicio, Trump reafirmó su inocencia después de que el juez Arthur Engoron le permitiera hablar, a pesar de haberle prohibido hacerlo el día anterior. Durante un breve receso en la sesión de alegatos finales, los abogados de Trump solicitaron al juez que permitiera a su cliente hablar, a lo que el juez accedió con la advertencia de que Trump debía limitarse al tema en cuestión.
Desde su mesa de abogados, Trump afirmó: “Soy inocente”, y lanzó ataques contra la fiscal general del estado, Letitia James, quien presentó los cargos de fraude contra él, sus dos hijos mayores y otros dos funcionarios de la Organización Trump. Trump insistió en que no había “un solo testigo en nuestra contra” y calificó el caso como “una caza de brujas”.
La demanda del fiscal general alegaba que Trump y sus socios inflaron el valor de sus activos en miles de millones de dólares para obtener beneficios financieros durante más de una década. Por esta razón, James pidió casi 370 millones de dólares en multas a Trump.
Trump ha criticado el juicio por interferir en su campaña, pero ha aprovechado sus comparecencias ante el tribunal para ganar apoyo con comentarios incendiarios ante las cámaras de noticias reunidas fuera del tribunal.
El juicio es uno de los muchos problemas legales que Trump enfrenta en su campaña para desafiar al presidente Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2024. Sin embargo, ninguno de estos problemas ha mermado su ventaja sobre sus rivales.
El juez Engoron presidió el juicio en Manhattan y emitirá un veredicto en una fecha posterior sin jurado. Declaró a Trump responsable de fraude en septiembre, centrándose el juicio en gran medida en cuánto dinero debería entregar Trump como ganancias mal habidas.
Trump ha apelado la orden previa de Engoron y es casi seguro que apelará cualquier veredicto en su contra, lo que podría retrasar la sentencia final desde meses hasta un año o incluso más.
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A lo largo del juicio, los abogados del estado intentaron demostrar que Trump sobrevaloró sistemáticamente muchas de las propiedades que mejoraron su reputación como magnate de los negocios antes de entrar en la política.
El juicio fue testigo de un tenso reencuentro entre Trump y su antiguo abogado Michael Cohen, que no había visto a su antiguo jefe en persona desde su agria ruptura hace cinco años. Cohen afirmó que Trump le ordenó cambiar los valores de los activos en sus estados financieros para llegar a cualquier patrimonio neto arbitrario que deseara.
Con información de Milenio
