Colectivos LGBT denunciaron que Manuel Guerrero, un hombre mexicano homosexual que lleva siete años viviendo en Qatar, fue detenido el pasado 4 de febrero en Doha, la capital del país.
El Comité Manuel Guerrero, conformado por activistas y organizaciones LGBT, asegura que Manuel fue víctima de un “modus operandi” violatorio de derechos humanos, común en países que criminalizan la homosexualidad.
Según el relato del Comité, la policía qatarí creó un perfil falso en Grindr, una aplicación de citas, para contactar a Manuel y concertar un encuentro, haciéndose pasar por un hombre homosexual.
Al llegar al lugar, Manuel no encontró a la persona con la que supuestamente se vería, sino a la policía, que lo detuvo arbitrariamente. Además, le sembraron drogas y actualmente se encuentra detenido en la Dirección General de Lucha contra las Drogas de Qatar.
Desde su detención, Manuel ha sido víctima de tratos crueles, inhumanos y degradantes, incluyendo tortura psicológica, según el Comité. Las autoridades qataríes intentaron forzarlo a identificar a otros miembros de la comunidad LGBT en sus contactos telefónicos y lo obligaron a presenciar el azote de otros detenidos.
En Qatar, la homosexualidad y las relaciones sexuales fuera del matrimonio son delitos penados con multas y hasta siete años de prisión.
El hombre, quien es abiertamente homosexual en su país de origen, se encuentra ahora en una celda de aislamiento en Doha, “en condiciones infrahumanas, siendo objeto de tortura física y psicológica, y sufriendo malos tratos únicamente por ser de la comunidad LGBT y por vivir con VIH”, indicó el Comité.
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En la cárcel, Manuel ha sido amenazado, aislado, privado de alimentos y agua suficientes, y le han negado su derecho a un abogado. También lo han obligado a firmar documentos en árabe sin un traductor y le han impedido tomar sus antirretrovirales para el VIH.
Por último, piden a la ONU que emita una Apelación Urgente para salvaguardar la vida, integridad y libertad de Manuel.
Hasta ahora, ni el presidente Andrés Manuel López Obrador ni la Cancillería se han pronunciado sobre el tema, por lo que la campaña busca incitarlos a actuar.
Con información de Milenio
