En un giro inesperado que ha conmovido a la comunidad española en Cancún, Adrián Fernández Poveda, el joven de Alzira que sufrió un paro cardiaco mientras disfrutaba de unas vacaciones familiares, ha abierto los ojos después de estar en coma inducido. Su cuñada, Marta Parada Vaya, confirmó el despertar de Adrián, quien aún se encuentra desorientado y sin capacidad de hablar.
El incidente que llevó a Adrián al borde de la muerte ocurrió el pasado 5 de mayo. Mientras se encontraba en la piscina del hotel con su hijo y su esposa Sofía, Adrián experimentó un corte digestivo que resultó en un ahogamiento y posterior paro cardiaco. Fue trasladado de urgencia a un hospital local en Playa del Carmen, donde los médicos decidieron inducirlo en coma para preservar sus funciones vitales.
A pesar de que Adrián ha respondido positivamente a la disminución de sedantes, los especialistas han decidido no moverlo aún a España, su país natal. La familia enfrenta una montaña de gastos médicos que ascienden a 90 mil euros, de los cuales 20 mil han sido cubiertos por el seguro. La solidaridad no se ha hecho esperar, y gracias a donaciones anónimas, han podido afrontar parte de los costos. Sin embargo, la posibilidad de un préstamo bancario se cierne sobre ellos ante la incertidumbre de cuánto tiempo más necesitará Adrián para su recuperación.
La visita del cónsul de España este 15 de mayo podría arrojar luz sobre si el gobierno español intervendrá en el apoyo financiero de los gastos hospitalarios. Mientras tanto, tanto los padres de Adrián como los de Sofía permanecen en Cancún, esperando noticias y apoyando a sus seres queridos en estos momentos críticos.
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«Esperamos que la visita del cónsul nos brinde alguna claridad», expresó Marta, reflejando la ansiedad y la esperanza de una familia que se aferra a cada signo de mejora de Adrián.
Con información de Milenio