Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos se acercan al 5 de noviembre y el candidato del Partido Republicano, Donald Trump, ha destacado que la migración ilegal es el principal problema del país y ha anticipado una gran cantidad de deportaciones una vez que llegue a La Casa Blanca.
Trump luce recuperado tras el atentado que sufrió el pasado 13 de julio en Pensilvania, cuando un francotirador intentó asesinarlo, pero sólo le hirió en la oreja. El Servicio Secreto abatió al tirador y el FBI continúa sus investigaciones.
“La semana pasada, me llevé un balazo por la democracia”, afirmó Trump, quien nuevamente enfiló sus baterías en contra de la migración
En un evento en Michigan, Trump se enfureció de nuevo ante sus seguidores, acusándolos de la alta inseguridad en Estados Unidos.
“En Venezuela, la criminalidad ha bajado un 72 por ciento. En El Salvador, los asesinatos han bajado un 70 por ciento. Los criminales del mundo vienen aquí, a una ciudad cercana a usted, y son enviados por sus gobiernos, porque sus gobiernos son más inteligentes que el nuestro”.
Ante esta afirmación, Trump aseguró una vez más que implementará un programa de deportaciones masivas, inclusive mayor que al programa Espaldas mojadas que implementó la administración de Dwight Eisenhower en 1954.
“Para mantener seguras a nuestras familias, la Plataforma Republicana promete lanzar la operación de deportación más grande en la historia de nuestro país”.
En el mismo sentido, el compañero de fórmula de Trump, JD Vance, coincidió en la urgencia de realizar estas deportaciones para evitar problemas como el consumo de fentanilo.
“No hay nada radical… Tenemos que cerrar esa frontera (con México), acabar con el fentanilo y hacer que Estados Unidos vuelva a ser seguro para los ciudadanos estadounidenses”.
En la manifestación, Trump expresó su disposición a reanudar las conversaciones para blindar su frontera con México, tal como lo hizo en el año 2009 con el presidente Andrés Manuel López Obrador a través del canciller Marcelo Ebrard.
El magnate neoyorquino señaló que en esa negociación Ebrard no fue el hombre mas inteligente, al buscar retrasar las decisiones de México para enviar tropas a la frontera.
“Nos dieron todo lo que quería, obtuve todo de México y de esta persona estúpida, de bajo coeficiente intelectual. Es un individuo con un coeficiente intelectual bajo. Toma su coeficiente intelectual, te lo garantizo, está por debajo de 50 o 60 puntos”.
Pero Ebrard no fue el único en recibir los ‘halagos’ de Trump, quien también criticó que los dirigentes del Partido Demócrata se aferren a que Joe Biden siga en la contienda presidencial, cuando hasta el mismo expresidente Barack Obama mostró preocupación por esta decisión.
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“Los jefes del Partido Demócrata están frenéticamente intentando derribar los resultados de las primarias de su propio partido para sacar a Joe Biden de las papeletas… no tiene ni idea de quién es su candidato”
Con información de Milenio