El pasado 1 de octubre, los pasajeros de un vuelo comercial vivieron momentos de terror cuando los neumáticos del avión en el que viajaban explotaron al aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Bérgamo, Italia. El incidente ocurrió cuando la aeronave, un Boeing 737 MAX 8 procedente de Barcelona, España, estaba en plena maniobra de aterrizaje y sus cuatro llantas estallaron, causando daños significativos en la pista.
El suceso rápidamente se viralizó en redes sociales, donde se compartieron imágenes y videos del momento exacto de la explosión. Según medios locales, el vuelo transportaba a 161 personas, quienes experimentaron minutos de pánico al sentir el impacto del avión sin neumáticos.
Afortunadamente, ningún pasajero resultó herido. Sin embargo, debido a los daños en los neumáticos y en el pavimento de la pista, las operaciones en el aeropuerto fueron suspendidas temporalmente. La aeronave no pudo ser retirada de la pista por sus propios medios, lo que complicó aún más la situación.
El aeropuerto emitió un comunicado en el que aseguró que “los daños no afectaron la maniobra de aterrizaje ni provocaron problemas a bordo ni consecuencias para los pasajeros”. La explosión de los neumáticos causó daños en 450 metros de la pista, con melladuras de aproximadamente un centímetro de profundidad. Por este motivo, se llevaron a cabo obras urgentes para restaurar el pavimento.
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Las operaciones en el aeropuerto estuvieron suspendidas durante todo el día y se reanudaron a las 20:00 horas, una vez completados los trabajos de reparación. “SACBO comunica que, para permitir completar los procedimientos de usabilidad de la pista, una vez finalizada la restauración del pavimento dañado, se ha fijado el nuevo horario de reapertura a las 20.00 horas”, se lee en el comunicado oficial.
Con información de Excelsior
