La explosión de la batería de un teléfono móvil que estaba en carga provocó un incendio en el que fallecieron cuatro personas de una misma familia en la localidad sevillana de Guillena, según informó este martes la Guardia Civil.
La investigación del siniestro reveló que el incendio se inició en la planta baja de la vivienda, de dos alturas, específicamente en un sofá del salón, donde se encontraron los restos de un móvil que había explotado mientras estaba en carga. Las víctimas, un matrimonio de 48 y 52 años y sus dos hijos, de 21 y 16, descansaban en la planta alta del inmueble y quedaron atrapadas en el fuego, que se propagó rápidamente en la noche del domingo.
Según las fuentes, tres factores se unieron en este caso: la batería colapsó, estaba en la planta baja, lo que permitió que la combustión ascendiera hacia la planta alta, y reposaba sobre un sofá, que ardió de forma inmediata y actuó como elemento dispersor del fuego. La combustión, de acuerdo con los investigadores, se produjo a raíz de una batería «que normalmente suele ser de litio» y que funciona «transformando energía química en eléctrica». Las causas podrían estar relacionadas con «una reacción química descontrolada».
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Los expertos advierten sobre la importancia de vigilar que el móvil no se caliente demasiado y de respetar el consejo del fabricante sobre el tiempo de carga: «Si el móvil carga en cinco horas, no hay que dejarlo toda la noche enchufado».
Con información de Milenio