El despido en vivo del conductor Gustavo Macalpin del programa “Ciudadano 2.0” ha generado un intenso debate a nivel nacional. El suceso, que se volvió viral en redes sociales, ha captado la atención de políticos, medios de comunicación y el público en general.
La controversia se intensificó aún más cuando el empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, se unió a la conversación con una irónica propuesta a Macalpin. Tras leer un mensaje del periodista en el que bromeaba sobre la posibilidad de trabajar en «Ventaneando», Salinas Pliego respondió: «¡Sígale y lo despido en vivo! Ah no, verdad, eso ya no lo asusta».
La decisión del director general del Canal 66, Luis Arnoldo Cabada, de despedir a Macalpin durante una transmisión en vivo, ha sido ampliamente criticada. Incluso la presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció al respecto, sumándose a las voces que condenan este tipo de acciones.
La broma del empresario generó diversas reacciones en redes sociales, desde risas hasta críticas por considerar que se burlaba de una situación delicada.
Originario de Tijuana, Baja California, Macalpin es un periodista y conductor de televisión conocido por su enfoque satírico en la política. Con una formación en derecho y estudios en prestigiosas universidades, el conductor se ha destacado por su crítica social y su deseo de generar cambios.
A través de sus redes sociales, Macalpin se describe como un “abogado, columnista político y conductor de noticias”, y afirma que forma parte de una generación que busca transformar la sociedad.
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El despido de Macalpin ha puesto en el centro del debate temas como la libertad de expresión, las condiciones laborales en los medios de comunicación y la responsabilidad de las figuras públicas. El caso ha trascendido las fronteras locales y ha generado un amplio debate a nivel nacional.
Con información de Heraldo
