El emblemático Fuerte de San Felipe en Bacalar, testigo de siglos de historia y asaltos piratas, está en proceso de restauración. La Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha comenzado los trabajos de reparación en un tramo de 50 metros cúbicos de la muralla del foso perimetral, luego de que las intensas lluvias de junio de 2024 provocaran el colapso parcial de la mampostería.
El INAH, mediante el Centro INAH Quintana Roo, activó su seguro institucional para monumentos históricos de propiedad nacional, lo que permitió iniciar la restauración de esta fortificación construida en 1733 para repeler ataques de piratas y proteger la frontera sur novohispana. Margarito Molina Rendón, director del Centro INAH Quintana Roo, explicó que las afectaciones en edificios históricos causadas por condiciones ambientales y climatológicas son atendidas regularmente. Ejemplos recientes incluyen restauraciones en Tihosuco, Sacalaca, y Sabán.
Luis Ojeda Godoy, arquitecto a cargo de la restauración, informó que los especialistas están empleando morteros de cal en pasta y polvo de piedra, evitando el uso de cemento que podría comprometer la integridad de la mampostería a largo plazo.
Este esfuerzo de conservación devuelve vida y relevancia a un monumento que, durante siglos, fue un bastión contra los piratas ingleses y un símbolo de resistencia en la Guerra Social Maya. Ahora, el Fuerte de Bacalar continúa siendo un referente cultural y turístico en Quintana Roo, resguardando historias de batallas y aventuras en sus paredes que miran a la Laguna de los Siete Colores.