La escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania ha alcanzado un nuevo punto de tensión. Ucrania ha utilizado misiles de largo alcance suministrados por el Reino Unido para atacar objetivos en territorio ruso, según informó el diario Financial Times.
Los restos de uno de estos proyectiles fueron encontrados en la región rusa de Kursk, colindante con Ucrania, según imágenes publicadas en un canal militar ruso de Telegram. Expertos han identificado el artefacto como un misil de fabricación británica.
Este hecho marca un nuevo capítulo en la guerra, ya que es la primera vez que se confirma el uso de este tipo de armamento por parte de Ucrania en territorio ruso. Aunque el gobierno británico se ha limitado a confirmar el suministro de estos misiles, no ha realizado declaraciones oficiales sobre su uso en este conflicto.
Por su parte, el gobierno ruso ha reaccionado con firmeza. El presidente Vladimir Putin firmó recientemente un decreto que autoriza el uso de armas nucleares en respuesta a ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia o Bielorrusia. Esta medida ha sido interpretada como una advertencia a Occidente y a Ucrania, y ha generado una gran preocupación a nivel internacional.
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La decisión de Ucrania de emplear misiles de largo alcance en territorio ruso representa una escalada significativa en el conflicto y podría desencadenar una reacción aún más violenta por parte de Rusia. La amenaza nuclear rusa plantea un riesgo existencial para toda la humanidad y ha puesto en alerta a las principales potencias mundiales.
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente la invasión rusa de Ucrania y ha respaldado el derecho de este país a defenderse. Sin embargo, el suministro de armas a Ucrania ha generado un intenso debate sobre los riesgos de una escalada del conflicto y la posibilidad de una guerra nuclear.
