Un brutal acto de violencia laboral ha conmocionado a Colombia y ha captado la atención global, al revelarse el caso de Sara Yuliana, una joven de 15 años que lleva casi cuatro meses luchando por su vida en un hospital tras ser intencionalmente quemada por sus propios compañeros de trabajo. La gran indignación crece ante el hecho de que, a pesar de existir videos y señalamientos directos que incriminan a los responsables, los cuatro implicados continúan en libertad.
El terrible suceso ocurrió la tarde del pasado 23 de julio en una fábrica de perfumes ubicada en el municipio de Pasto, Nariño. Sara Yuliana y una compañera fueron encerradas en una habitación del lugar. Acto seguido, cuatro trabajadores las rociaron con alcohol y les prendieron fuego en un acto de crueldad extrema, mientras se reían de la situación.
El saldo de este ataque fue devastador. Una de las jóvenes que se encontraba con Sara Yuliana falleció a causa de las heridas. Sara, por su parte, logró sobrevivir, pero con quemaduras severas que abarcan el 80% de su cuerpo. Desde aquel día, la menor permanece hospitalizada y ha sido sometida a más de 40 intervenciones quirúrgicas, según el desgarrador testimonio de sus padres.
Wilson Zambrano, padre de Sara Yuliana, relató que al llegar a la fábrica, encontró a su hija aún tendida en el suelo. Las primeras palabras de la menor fueron un desesperado señalamiento: «Papito, ellos fueron los que me quemaron», logrando identificar débilmente a cuatro de sus compañeros de trabajo. En ese momento, Zambrano concentró sus esfuerzos en conseguir atención médica urgente para su hija.
La presión social sobre las autoridades colombianas se intensifica debido a la inacción judicial. Se ha confirmado la existencia de videos que respaldan la acusación directa de Sara Yuliana. Sin embargo, los cuatro implicados en el crimen no han sido capturados hasta la fecha, lo que alimenta la sensación de impunidad.
La cobertura mediática que ha alcanzado el caso se percibe como la última esperanza para ejercer presión sobre los entes investigativos y lograr que se agilicen las órdenes de aprehensión.
En una emotiva súplica que se ha viralizado en redes sociales, Luisa Maya, hermana de Sara Yuliana, clamó por justicia:
“Hoy Sara, con su voz frágil, pero firme, pide justicia y nosotros pedimos que este caso no quede en silencio, que no quede en la impunidad, que no se olvide. Ella no merecía esto, Sara es una niña que soñaba con bailar, con estudiar, con vivir tranquila… pero hoy sus sueños están luchando contra el dolor, contra la injusticia y el silencio.”
La familia ha solicitado apoyo económico a través de estas plataformas para poder costear los intensivos cuidados que requiere la menor en su prolongada recuperación. La sociedad colombiana espera una respuesta contundente de las autoridades que ponga fin a la impunidad en este terrible crimen.
Con información de Heraldo
