Un caso de robo de medicamentos en un hospital de Oregon ha desatado una investigación que podría revelar la muerte de al menos 10 pacientes por infecciones causadas por agua del grifo no esterilizada.
Según se sospecha, una enfermera que ya no trabaja en el Centro Médico Regional Asante Rogue en Medford habría sustituido el fentanilo farmacéutico, un potente analgésico usado para pacientes con cáncer o postoperatorios, por agua corriente, inyectándola a los pacientes para ocultar el cambio.
El personal del hospital alertó a las autoridades sobre el comportamiento sospechoso de la exempleada a inicios del mes pasado. Fuentes del hospital indican que entre nueve y 10 personas habrían muerto por complicaciones derivadas de la contaminación del agua. El teniente de la policía de Medford, Geoff Kirkpatrick, dijo que se está investigando el impacto de este acto en los pacientes afectados.
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El hospital expresó su consternación por el hecho y aseguró que está cooperando con la investigación. La Autoridad de Salud de Oregón también está involucrada en el caso, evaluando los informes de que las infecciones asociadas a la atención médica pudieron haber causado la muerte de varios pacientes.
Hasta el momento, no se ha confirmado si hay detenidos por este incidente, que pone en evidencia la necesidad de mejorar la seguridad en los hospitales.
Con información de Excélsior