En un fallo que ha dividido opiniones, la Suprema Corte de Estados Unidos ha decidido no intervenir en la implementación de una controvertida ley de Texas. Esta legislación, firmada por el gobernador Greg Abbott, otorga a las autoridades estatales el poder de detener a individuos sospechosos de cruzar la frontera de manera ilegal.
La decisión de la Corte ha sido posponer cualquier juicio sobre la constitucionalidad de la ley hasta que una corte de apelaciones se pronuncie al respecto. La magistrada Sonia Sotomayor, en una opinión disidente, advirtió que esta ley podría desequilibrar el poder entre el gobierno federal y estatal y generar caos, señalando que es probablemente inconstitucional.
La ley, conocida como SB4, ha sido objeto de críticas por parte del gobierno mexicano y expertos en derecho internacional, quienes alertan sobre posibles disputas legales y afectaciones a los derechos humanos de la comunidad mexicana en Texas. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ya había expresado su preocupación antes de la promulgación de la ley.
Desde Washington, se argumenta que la ley SB4 infringe la Constitución y las leyes federales al usurpar la autoridad del gobierno central en materia de inmigración. Por su parte, Abbott justifica la necesidad de la ley ante lo que considera una falta de acción del presidente Joe Biden para hacer cumplir las leyes federales de inmigración.
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La ley estipula que la entrada o reentrada ilegal en Texas es ahora un delito estatal, con posibles condenas de hasta 20 años de prisión. Además, exige a los jueces texanos ordenar el retorno de los migrantes a México, bajo severas penalizaciones para aquellos que se resistan a acatar la orden.
Con información de Milenio