El colectivo de taxistas del Sindicato “Lázaro Cárdenas del Río” ha levantado la voz contra el Instituto de Movilidad del Estado de Quintana Roo (Imoveqroo), exigiendo una distribución justa y no politizada de las concesiones de taxi, en medio de un clima tenso por las próximas elecciones sindicales.
Durante una conferencia de prensa matutina, los conductores, quienes previamente habían sido notificados de la futura recepción de sus placas, expresaron su preocupación por prácticas pasadas donde las concesiones parecían favorecer a individuos cercanos a la dirigencia sindical o a los ganadores de elecciones, bajo lo que describen como «pactos políticos».
La incertidumbre se cierne sobre ellos ante la posibilidad de que, si una nueva planilla resulta victoriosa en las elecciones, las promesas hechas puedan ser desviadas hacia los afines al nuevo liderazgo, a pesar de que algunos llevan esperando más de 15 años por este reconocimiento.
El actual líder sindical, Luis Herrera Quian, y su predecesor, Rubén Aguilar, ambos buscan la reelección, lo que añade más leña al fuego del debate.
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Los taxistas, apodados «martillos», han solicitado repetidamente al Imoveqroo una fecha concreta para la entrega de las concesiones. Sin embargo, la falta de respuesta ha alimentado especulaciones de que la decisión se está retrasando intencionalmente hasta después de las elecciones, dando lugar a posibles manipulaciones políticas.
«Estamos al tanto de personas que han recibido concesiones en el pasado y no las están utilizando. Por eso exigimos que, si van a entregarnos la concesión, que lo hagan de inmediato», declaró uno de los taxistas afectados.
Este grupo también ha refutado las acusaciones hechas por Benito Muñoz Carranza, quien señaló al secretario general y a ciertos miembros del sindicato de ofrecer placas a cambio de apoyo electoral. Los taxistas defienden su antigüedad y el derecho legítimo a las concesiones.
Además, critican que el fervor electoral esté complicando el proceso y temen que las concesiones puedan ser arrebatadas por asociados de una nueva facción en el poder.
Para concluir, negaron cualquier colaboración con la actual administración y aclararon que la promesa de recibir sus placas fue hecha mucho antes de que comenzara el proceso electoral del sindicato, desvinculándose así de cualquier acusación de tratos bajo la mesa en el contexto electoral actual.
Con información de Pancarta