Una oleada de sirenas de la Alerta Sísmica resonó hoy a las 11:30 horas en múltiples estados del país, marcando el inicio del primer Simulacro Nacional del año. Miles de ciudadanos atendieron el llamado y evacuaron edificios y hogares para participar en este ejercicio preventivo crucial.
La activación de la alerta se sintió con fuerza en ciudades clave como la Ciudad de México, Puebla, Acapulco, Chilpancingo, Morelia, Oaxaca, Toluca, Cuernavaca y Colima. En estas localidades, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) desplegó sus señales a través del C5, buscando familiarizar a la población con el sonido que precede a un movimiento telúrico real.
Si bien la respuesta ciudadana fue mayoritaria, en la capital del país se reportaron algunas inconsistencias en el funcionamiento de los altavoces del C5. En contraste, un número significativo de usuarios de telefonía móvil confirmaron la recepción de mensajes oficiales del Gobierno de México, etiquetados como «Alerta presidencial» o «Alerta de emergencia», recordando la naturaleza de simulacro del evento.
El escenario planteado para este primer simulacro, según informó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), fue un sismo de magnitud 8.1 en la escala de Richter, con un epicentro ubicado en el Golfo de Tehuantepec, Oaxaca. La hipótesis de este movimiento telúrico de gran intensidad contemplaba posibles daños severos en los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Guerrero, Puebla y la Ciudad de México.
El CENAPRED enfatizó que estos simulacros son un componente fundamental de los programas internos de protección civil en diversos inmuebles. Su objetivo principal radica en evaluar la operatividad de los planes de emergencia existentes y, de manera crucial, en inculcar hábitos de respuesta y autoprotección entre la población. A través de la práctica, se busca que la ciudadanía esté mejor preparada para actuar con serenidad y eficacia ante una eventualidad sísmica real.
La jornada de hoy subraya la importancia de la prevención y la participación activa de la sociedad en la construcción de comunidades más resilientes ante los embates de la naturaleza.
Con información de Milenio