La ciudad de Cuernavaca ha sido testigo de un enigma que involucra al obispo emérito de Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza. El clérigo, que había sido reportado como desaparecido el fin de semana pasado, aparentemente pasó ese tiempo en el Hotel Real Ocotepec, según revelaciones del comisionado estatal de Seguridad, José Ortiz Guarneros.
El obispo Rangel, visto por última vez saliendo de su residencia el viernes, fue encontrado en el Hospital “José G. Parres” de Cuernavaca el domingo, sin que nadie pudiera reconocerlo hasta el lunes. Actualmente, se encuentra recuperándose en un hospital privado.
La situación tomó un giro inesperado cuando el fiscal Uriel Carmona sugirió que Rangel había sido víctima de un secuestro exprés, basándose en retiros de dinero de sus cuentas bancarias. Sin embargo, la trama se complica con el hallazgo de cocaína y benzodiacepinas en el sistema del obispo, lo que llevó a la CES a dudar de la naturaleza criminal del incidente.
Ortiz Guarneros compartió que, según los videos, el obispo entró al hotel voluntariamente acompañado de otra persona del mismo sexo, quien luego se retiró. La falta de evidencia clara ha llevado a la CES a cuestionar la teoría del secuestro exprés, una postura que el fiscal deberá fundamentar ante las crecientes dudas.
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La CES ha entregado toda la información pertinente a la Fiscalía General del Estado (FGE), mientras la comunidad espera respuestas en este caso que ha capturado la atención pública por su naturaleza misteriosa y las implicaciones que conlleva.
Con información de Milenio