Los cuerpos de dos surfistas australianos, víctimas de un asesinato en Baja California, han sido enviados a San Diego, Estados Unidos, donde reside su familia. Un empleado de la funeraria encargada del traslado confirmó la noticia.
Un vehículo fúnebre gris partió de una funeraria en Tijuana después del mediodía local, llevando los restos de los hermanos Jake y Callum Robinson hacia el cruce fronterizo de Otay, según informaron periodistas presentes en el lugar.
El cuerpo de Jack Carter, un estadounidense que fue asesinado junto a los hermanos australianos, está siendo manejado por otra empresa de servicios funerarios en Tijuana. El proceso oficial para cruzar la frontera con los cuerpos podría durar hasta tres horas, por lo que no está claro cuándo llegarán a San Diego, donde viven Debra y Martin Robinson, los padres de las víctimas.
Jake y Callum Robinson desaparecieron el 27 de abril mientras acampaban en Santo Tomás, un balneario del Pacífico en el municipio de Ensenada, a donde habían viajado desde Estados Unidos para practicar surf. Durante una audiencia el miércoles, el fiscal del caso acusó a Jesús Gerardo «N», el sospechoso, de desaparición de personas y anunció que presentará cargos por homicidio en una fecha posterior.
La Fiscalía de Baja California también está recopilando pruebas para acusar a otras dos personas presuntamente involucradas, que actualmente están detenidas por posesión de metanfetaminas.
Los dos surfistas australianos y el estadounidense, que estaban acampando en el puerto de Ensenada, Baja California, desaparecieron a finales de abril, lo que provocó la movilización de más de 80 elementos de seguridad para su búsqueda. Desde el 27 de abril, sus familias perdieron contacto telefónico con ellos y notificaron a sus consulados. Los consulados se pusieron en contacto con las autoridades locales para solicitar ayuda el martes por la tarde, según Jorge Arduh, subdirector de la Policía Municipal del puerto fronterizo.
Tal vez te gustaría leer: Cenace declara Estado Operativo de Alerta por tercer día consecutivo
Al día siguiente, las autoridades realizaron investigaciones en el poblado de Santo Tomás, donde los tres hombres habían acampado, pero no lograron obtener información de los residentes locales. Posteriormente, los consulados alertaron de que uno de los teléfonos móviles se había encendido, proporcionando su ubicación en la zona de Maneadero. Las autoridades acudieron a investigar en esa área, donde los hombres fueron encontrados sin vida en un pozo.
Con información de Milenio