En un intento por resolver la escasez de voluntarios para socorristas en playas y piscinas, el alcalde de Nueva York, Erick Adams, ha sugerido una solución innovadora: emplear a inmigrantes en estos roles esenciales durante el verano. La propuesta surge tras el cierre de varios espacios acuáticos al público durante las vacaciones estivales debido a la falta de personal.
Con la ciudad experimentando un incremento significativo en el número de solicitantes de asilo en los últimos dos años, Adams ha reconocido la habilidad de natación de muchos inmigrantes, calificándolos de “excelentes nadadores”. Esta observación fue destacada en sus declaraciones recientes, que han captado la atención de los medios locales.
Adams se comprometió a buscar formas de “acelerar” el proceso de obtención de permisos de trabajo, aunque no detalló cómo planea navegar las complejidades de las leyes federales que están fuera de su jurisdicción directa.
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Mirando más allá, el alcalde sugirió que los inmigrantes podrían desempeñar un papel vital en otros sectores con alta demanda de mano de obra, como la enfermería y la industria de la hospitalidad. Con estas declaraciones, Adams abre un debate sobre cómo la ciudad puede integrar mejor a los casi 200 mil inmigrantes que han llegado en los últimos dieciocho meses, no solo en el ámbito de la seguridad acuática sino en diversas áreas de la economía local.
Con información de El Universal