Sara Milliken, una valiente joven de 23 años de talla grande, ha conquistado el título de Miss Alabama en el concurso National American Miss (NAM), a pesar de enfrentarse a un desagradable acoso en las redes sociales.
Milliken, quien soñó con este triunfo durante ocho años, se mostró sorprendida por su éxito. Su modesto objetivo inicial era simplemente llegar al top 10, una meta que superó con creces. “Para mí, se trata de mejorar”, confesó a WKRG.
Este logro no llegó fácilmente. Fue el tercer intento de Milliken en el concurso, un evento que aspira a fomentar una autoimagen positiva realzando la belleza natural interior. Respondiendo a una convocatoria abierta, Milliken compitió durante el fin de semana del Memorial Day, participando en una serie de entrevistas, trabajo voluntario y presentaciones.
A pesar de su victoria, Milliken ha sido objeto de bullying en las redes sociales. La joven modelo advirtió sobre el impacto duradero que pueden tener las palabras hirientes, incluso cuando se publican en línea. Según El Universal, Milliken admitió que el odio la afectó brevemente, pero decidió no darle importancia a las publicaciones negativas. En cambio, instó a la gente a difundir la bondad.
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Milliken, que ahora se prepara para competir en las finales nacionales en Orlando en noviembre, considera una bendición poder vivir su sueño. El concurso valora la personalidad, la confianza y la comunicación, y celebra la diversidad de apariencias y características individuales.
En su perfil de Pageant Planet, Milliken reveló su ambición de ser la primera NAM Miss Alabama de talla grande. “Planeo romper los techos de cristal del espectáculo para crear un camino para que otras mujeres persigan sus sueños, sin importar su forma o tamaño”, declaró.
Milliken, que regresó al mundo de los concursos de belleza después de un retiro de siete años, recordó en Instagram cómo había competido a los 16 años como adolescente. Trabajó duro y cambió todo en sí misma para convertirse en quien pensaba que los demás querían que fuera. A pesar de las críticas hirientes que recibió en aquel entonces, Milliken demostró que era más fuerte que las palabras negativas y volvió al escenario de NAM para demostrarse a sí misma que no se rendiría.