En la paradisiaca región del Caribe Mexicano, familiares del director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, han acumulado extensas propiedades en zonas clave que se han valorizado significativamente gracias a las megaobras del gobierno federal, según exhibió en un reportaje especial Proceso.
Entre los beneficiarios de estas adquisiciones están Julia Abdalá Lemus, pareja de Bartlett, y León Manuel Bartlett Álvarez, su hijo. Las propiedades, adquiridas en procesos que involucran a funcionarios señalados por corrupción, incluyen terrenos adjudicados sin costo en áreas de alta demanda como Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
Estos terrenos han visto un aumento en su valor debido al desarrollo del Tren Maya, una de las principales iniciativas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El proyecto del Tren Maya, originalmente planteado en 2012 durante la campaña de Enrique Peña Nieto como un tren transpeninsular, fue ampliado y ejecutado por la administración de López Obrador. Las propiedades de la familia Bartlett, compradas entre 2011 y 2019, abarcan aproximadamente 164 hectáreas en lugares privilegiados.
Entre los nombres que emergen en este entramado de adquisiciones están exfuncionarios priistas de alto nivel en Quintana Roo, muchos de los cuales enfrentan acusaciones de irregularidades y delitos. Uno de los más notables es Roberto Borge Angulo, exgobernador del estado, actualmente preso por delitos como peculado y delincuencia organizada.
Compra “a cero pesos”
Julia Abdalá Lemus, pareja de Manuel Bartlett Díaz, ha expandido considerablemente su patrimonio en la región. En 2019, Abdalá adquirió un lujoso departamento en Aldea Zamá, una exclusiva zona de Tulum, por dos millones 581 mil 498 pesos, a través de un fideicomiso con el Banco Invex como fiduciario. Esta compra se realizó dos años antes del inicio del Parque del Jaguar, un proyecto del gobierno federal cercano a la propiedad de Abdalá, que ha sido criticado por ambientalistas como un beneficio para los ricos más que para el ecosistema.
El Parque del Jaguar, con una inversión de dos mil 500 millones de pesos y un avance del 92%, ha acelerado el desarrollo de Aldea Zamá, donde se ubica el inmueble de Abdalá. La expansión de esta zona se basa en un negocio público-privado iniciado en 2008, durante el gobierno de Félix González Canto, con la desincorporación de terrenos de la Universidad de Quintana Roo a precios subvaluados.
Conexiones políticas y adquisición de terrenos
Las adquisiciones de terrenos en esta región también han involucrado a figuras políticas como Félix González Canto y otros exfuncionarios. La familia Bartlett ha consolidado su presencia en estas zonas clave mientras Manuel Bartlett Díaz, primero como senador y luego como director de la CFE, ha estado en posiciones de poder.
Estos movimientos de compra y desarrollo han generado controversia y llamados a la transparencia, especialmente considerando los vínculos de los implicados con casos de corrupción y enriquecimiento ilícito.