México es conocido por sus hombres y mujeres exitosos cuyas historias trascienden fronteras. En esta ocasión, presentamos a Alejandro Arredondo, un destacado arquitecto mexicano que ha desempeñado un papel crucial en la reconstrucción de la catedral de Notre Dame en París.
Arredondo, originario de Coacalco en el Estado de México, llegó a Europa gracias a su notable talento y habilidades profesionales. En 2019, cuando la catedral sufrió un devastador incendio, él llevaba varios meses trabajando con una firma en París. En una entrevista con EFE, Arredondo compartió que al enterarse del incendio, experimentó una profunda conmoción, similar a la que sintieron miles de franceses, debido al inmenso valor histórico del edificio.
Egresado de la Universidad de Monterrey y con formación en Barcelona, Arredondo considera un gran honor haber participado en la reconstrucción de la catedral. El proceso de restauración, que culminó con la reapertura el 7 de diciembre, tuvo un costo aproximado de 700 millones de euros. Este proyecto combinó tecnología avanzada con técnicas tradicionales de carpinteros y canteros. Arredondo lideró un equipo que utilizó escáneres 3D y drones de alta tecnología para crear una «nube de puntos», facilitando la reconstrucción meticulosa de cada detalle del edificio, incluso en sus rincones menos accesibles.
La reapertura de la catedral, que ha estado en pie durante más de 800 años, simboliza para Arredondo una fuente de esperanza. Además, destacó el esfuerzo colectivo de todos los profesionales involucrados en la restauración de Notre Dame, un lugar que atrae a millones de visitantes cada año. «Siempre llevaré en alto el nombre de México y el de mi municipio», afirmó en su entrevista con EFE.
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El decreto del presidente francés Emmanuel Macron impulsó esta ambiciosa restauración, considerada la más significativa en la historia moderna de Francia. La decisión de reconstruir un edificio que tomó casi 200 años en levantarse en solo cinco años, generó un apoyo global sin precedentes, con donaciones que casi alcanzan los 1.000 millones de dólares.
A pesar de los notables avances en la restauración, aún persiste la incertidumbre sobre la causa del incendio. Las investigaciones iniciales sugirieron un cortocircuito eléctrico relacionado con trabajos de renovación en curso, pero no se ha identificado una causa definitiva. La persistente falta de respuestas es motivo de preocupación, especialmente para Philippe Villeneuve, quien estaba a cargo de la catedral cuando ocurrió el incendio.
Con información de Milenio