Una investigación del medio alemán ARD ha destapado la existencia de miles de hombres que participan en grupos de chat en la plataforma Telegram, dedicados al intercambio de consejos y contenido relacionado con el abuso sexual de mujeres. Estas comunidades virtuales, que llegan a albergar hasta 70,000 miembros, operan principalmente en inglés y congregan a individuos de diversas nacionalidades.
La investigación revela un panorama alarmante: usuarios de estos grupos han confesado haber perpetrado agresiones sexuales contra mujeres de su entorno cercano, incluyendo familiares y parejas. Además de las confesiones, se comparten instrucciones detalladas sobre cómo cometer estos delitos, junto con imágenes y videos, algunos incluso transmitidos en vivo, de los abusos.
Un aspecto particularmente preocupante es el hallazgo de enlaces a tiendas en línea que venden sedantes camuflados como productos de belleza. Esta práctica facilita aún más la comisión de los abusos, al permitir a los agresores obtener sustancias para someter a sus víctimas.
Si bien las autoridades alemanas han logrado algunos avances en la lucha contra este tipo de contenido, la investigación critica la inacción del fundador de Telegram, Pavel Durov, por no implementar medidas más contundentes para erradicar el problema.
Estos grupos de Telegram, donde se difunden fotografías y videos de abusos sexuales a mujeres inconscientes, se han convertido en un refugio para agresores. En estos espacios, los hombres solicitan consejos para llevar a cabo actos ilegales contra mujeres de su círculo íntimo o sobre el uso de sedantes.
Un documental producto de la investigación revela testimonios de miembros de estos grupos que afirman que las mujeres mostradas en los videos y fotos desconocían las agresiones que sufrían. Las víctimas, según los perpetradores, eran personas cercanas a ellos, como parejas, hermanas o incluso madres. La situación escala a niveles aún más graves, con casos en los que se ofrece el cuerpo sedado de una mujer a extraños para que la violen.
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Este contexto evoca el caso de Gisele Pelicot, la mujer francesa víctima de abusos por parte de su esposo, quien la ofreció a otros hombres. Pelicot sufrió graves consecuencias físicas y psicológicas, llegando a perder la memoria de los abusos que sufrió a manos de 72 hombres.
Con información de Excelsior
