Un incidente ocurrido en Villas del Sol el pasado miércoles 15 de enero puso en evidencia la importancia de actuar con responsabilidad y premura en casos de accidentes por mordeduras de perro, respetando los derechos de los animales y las leyes vigentes en Quintana Roo.
El caso involucró a un perro que escapó de su casa y mordió a dos menores que jugaban en la calle. Fernanda, reconocida rescatista local, hizo un llamado a la ciudadanía para evitar linchamientos o actos de violencia hacia los animales, ya que estos comportamientos no solo van en contra del bienestar animal, sino que también pueden derivar en sanciones legales.
En este caso, los dueños del perro actuaron de manera responsable desde el primer momento, Colaboraron con las autoridades, dijo Fernanda, y agregó que acudieron a la Fiscalía para asumir las consecuencias legales y se hicieron cargo de todos los gastos médicos de las menores afectadas, una de dos años y una de cinco que requirió una intervención médica más especializada.
“Los dueños lamentaron profundamente el incidente y afirmaron que el comportamiento del perro no es habitual. Explicaron que el animal se escapó en un momento de descuido al abrir la puerta. Sin embargo, respondieron de inmediato y han apoyado en todo lo necesario a las familias afectadas,” agregó Fernanda.
El perro no fue asegurado por el Centro de Control Animal, Asistencia y Zoonosis (Cencaaz), ya que no es un animal en situación de calle y sus dueños han demostrado responsabilidad.
Fernanda enfatizó la necesidad de evitar fomentar el odio o los conflictos entre vecinos, ya que estos pueden escalar a problemas mayores. Hizo un llamado a resolver este tipo de situaciones mediante el diálogo, la mediación, y el respeto mutuo.
“Entendemos la frustración que estos casos generan, pero linchar a un animal no es la solución. Este tipo de acciones ya no tienen lugar en nuestra sociedad. Hay leyes claras que permiten resolver estos casos de forma justa y responsable, protegiendo tanto a las personas como a los animales,” afirmó.
Recordó que la Ley de Protección y Bienestar Animal de Quintana Roo establece mecanismos legales para actuar en situaciones de este tipo y contempla sanciones para quienes ejerzan violencia contra los animales.
“Los perros no actúan con dolo ni premeditación. El sacrificio de un animal, cuando es necesario, debe hacerse bajo estrictos parámetros legales y éticos. Nadie tiene el derecho de tomarse la justicia por su cuenta,” dijo Fernanda.
Fernanda también aprovechó la ocasión para recomendar a los dueños de mascotas, especialmente aquellas con temperamentos fuertes, que inviertan tiempo y recursos en su entrenamiento. Esto puede evitar accidentes y garantizar una convivencia armónica entre las mascotas y la comunidad.
La rescatista consideró que este caso debe servir como un recordatorio de que la convivencia responsable entre humanos y animales es un compromiso compartido. Todos tenemos un papel en el respeto y protección de la vida animal, actuando conforme a las leyes y fomentando el diálogo y la empatía en nuestras comunidades.
