El estado de Guerrero ha sido fuertemente golpeado por el huracán Otis, que pasó de ser una tormenta tropical a un huracán de categoría 5.
El turístico puerto de Acapulco ha sufrido los mayores daños como consecuencia de este fenómeno natural. Según datos oficiales, se reportan seis cierres de carreteras debido a la caída de árboles, y más de 500 mil usuarios se encuentran sin energía eléctrica.
El huracán Otis también dejó un saldo trágico en Guerrero, con al menos 27 personas fallecidas y cuatro desaparecidas, según confirmó Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del país, durante una conferencia de prensa matutina presidencial.
Además de las pérdidas humanas, el estado de Guerrero enfrenta graves problemas de comunicación. Se han registrado seis cierres de carreteras debido a la caída de árboles, deslizamientos de tierra y desbordamientos, lo que ha dejado prácticamente aislado al puerto de Acapulco y a varios municipios de la zona.
Aunque la autopista ya está abierta, se ha reducido el número de carriles disponibles, según informó la gobernadora de Guerrero. Los principales hospitales también han sido afectados, algunos se encuentran inundados o han sufrido daños en su infraestructura.
El suministro de electricidad ha colapsado, con 58 torres de alta tensión derribadas, lo que representa la principal fuente de energía eléctrica para la región. «No quedó un poste en pie de las líneas de la Comisión Federal de Electricidad», expresó Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, al describir el impacto del huracán Otis. Actualmente, más de 500,000 usuarios se encuentran sin suministro eléctrico.
Además de la electricidad, también hay escasez de agua y se han visto afectadas las comunicaciones.
Las líneas telefónicas, las torres de comunicación y la infraestructura de fibra óptica han sufrido graves daños. El suministro de combustible también ha sido suspendido.
Los hoteles costeros y los comercios locales se encuentran en condiciones precarias, con un 80% de afectación en los hoteles de Acapulco, donde hay inundaciones y ventanas rotas. Los cultivos, en particular las milpas, también han sufrido daños significativos, ocasionando pérdidas para los agricultores.
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El huracán Otis ha dejado una estela de destrucción en Guerrero, con impactos devastadores en la infraestructura, la comunicación, el suministro de energía y las vidas de las personas afectadas. Las autoridades y los equipos de emergencia están trabajando arduamente para brindar asistencia y recuperación a la región, mientras la población se enfrenta a los desafíos de reconstrucción y recuperación.
Con información de Wired