El gobernador interino de Nuevo León, Luis Enrique Orozco, anunció este sábado que renuncia a su cargo para facilitar el regreso de Samuel García, quien fue electo como gobernador constitucional en las pasadas elecciones.
Orozco, quien fue designado por el Congreso local el miércoles pasado, tras la licencia solicitada por García, dijo que tomó esta decisión para evitar más conflictos y polarización en el estado.
«Queremos anunciar que el gobernador interino… se ha decidido Luis Orozco, hacerse un lado con el fin de que se pueda procesar el regreso de Samuel García», dijo Mauro Guerra, presidente del Congreso local, en una rueda de prensa.
Orozco, ex vicefiscal del Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia del Estado, expresó su disposición a colaborar con las autoridades electorales y judiciales para que se resuelva la situación jurídica de García, quien enfrenta una impugnación por presuntas irregularidades en su campaña.
«La ingobernabilidad que se ha ido de diferentes maneras a lo largo de los últimos dos años. Ojalá y lo vivido hasta hoy sirva de experiencia para que cada uno de los actores involucrados mejoremos como seres humanos. Tengamos la capacidad de rehacer la relaciones personales y políticas. siempre cumpliendo la ley la constitución y los acuerdos», dijo Orozco.
Sin embargo, su anuncio fue interrumpido por Javier Navarro, secretario general de Gobierno, quien afirmó que Samuel García había reasumido sus funciones como gobernador electo desde la madrugada del sábado, luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le otorgara una suspensión provisional.
Navarro mostró un documento firmado por García, en el que le notificaba su regreso al cargo, y dijo que Orozco no tenía facultades para renunciar, ya que su nombramiento era ilegal.
La situación generó confusión y tensión entre los presentes, quienes cuestionaron la validez de las acciones de ambos funcionarios.
El conflicto político en Nuevo León se originó luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) le impusiera a García una multa de 55 millones de pesos por recibir aportaciones ilegales de su esposa, Mariana Rodríguez, durante su campaña.
García impugnó la sanción ante el TEPJF, pero mientras se resolvía el caso, solicitó licencia al Congreso local para separarse del cargo de gobernador electo.
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El Congreso nombró a Orozco como gobernador interino, pero García acusó que se trataba de un golpe de Estado y que él seguía siendo el gobernador legítimo.
El viernes, el TEPJF le concedió una suspensión provisional a García, lo que le permitió regresar al cargo, pero el Congreso aún no ha reconocido su decisión.
La Sala Superior del TEPJF tendrá que resolver el fondo del asunto y determinar si García cometió o no alguna falta grave que amerite su destitución.
Con información de Milenio