Un equipo de arqueólogos del INAH encontró la entrada a una cueva sellada con una roca, dentro de la zona arqueológica de Tulum, en Quintana Roo. Al remover la roca, se toparon con un esqueleto humano partido por la mitad.
La cueva, que se ubica entre dos templos mayas, tiene dos pequeñas cámaras donde se hallaron ocho entierros de adultos, bien conservados por el ambiente. También se observó un caracol de mar pegado con estuco a la roca, como parte de una decoración prehispánica.
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Los arqueólogos analizan los restos óseos en los laboratorios del Centro INAH Quintana Roo, y planean crear un recorrido virtual por la cueva, para que el público pueda ver los materiales arqueológicos en su contexto. La investigación de campo seguirá hasta fin de año.
Con información de Quintana Roo Hoy