En una valiente iniciativa, los indígenas tseltales de los municipios Nicolás Ruiz, así como de dos comunidades en Venustiano Carranza y Totolapa, ubicadas en el corazón del estado de Chiapas, han establecido guardias comunitarios para enfrentar a los traficantes de personas. Su objetivo es limpiar sus territorios de aquellos que perpetúan la violencia.
El pasado viernes, alrededor de las 13:00 horas, los policías municipales de Nicolás Ruiz se encontraron con un grupo de personas fuertemente armadas cerca del Cerro La Lanza. Estos individuos estaban extorsionando a migrantes, lo que llevó a los policías a recordar que los trabajos ilícitos están prohibidos en su territorio. En respuesta, se activaron mecanismos de seguridad interna, incluyendo rondas comunitarias y vigilancia las 24 horas, para mantener la alerta máxima en la región.
Las comunidades de Nuevo León, Matamoros (pertenecientes al municipio de Venustiano Carranza) y Ponciano Arriaga (del municipio de Totolapa) se unieron a esta causa. Juntos, están llevando a cabo una «limpieza» para expulsar a quienes perpetúan la violencia en sus territorios.
Esta región, utilizada como ruta por traficantes de migrantes, conecta la zona sierra de Chiapas con los municipios centrales y, desde allí, hacia la frontera norte de México. Los indígenas tseltales están decididos a proteger a los vulnerables y a poner fin a esta explotación.
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Sin embargo, advierten sobre posibles represalias y acusan a funcionarios del gobierno mexicano de complicidad con el crimen organizado. Su valiente acción es un recordatorio de la importancia de la comunidad y la resistencia en la lucha contra la violencia y la explotación de los más desfavorecidos.
Con información de Aristegui Noticias