El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este lunes la imposición de aranceles del 20.91 por ciento a la mayoría de los tomates importados desde México, una medida que entrará en vigor a partir del 14 de julio. Esta decisión se produce tras la retirada del país norteamericano de un acuerdo preexistente, argumentando que dicho pacto no logró ofrecer la protección adecuada a los productores de tomate estadounidenses.
En un comunicado oficial, la cartera de Comercio estadounidense justificó la acción señalando que «esta medida permitirá a los productores estadounidenses de tomates competir de forma justa en el mercado». La decisión marca un nuevo capítulo en las relaciones comerciales entre ambos países en el sector agrícola.
El acuerdo que ahora se desecha había sido alcanzado en 2019 entre los productores mexicanos de tomate y la administración del entonces presidente Donald Trump. El pacto se estableció con el objetivo de evitar una investigación por presunto dumping y poner fin a una disputa arancelaria que amenazaba el flujo comercial de este importante producto. En aquel momento, Estados Unidos defendió el acuerdo como un mecanismo que cerraba vacíos legales e incluía un sistema de inspección más riguroso.
Esta nueva imposición arancelaria se suma a otras medidas proteccionistas implementadas anteriormente por la administración Trump en el marco de una política comercial más agresiva. La llamada «guerra arancelaria» incluyó un recargo del 25 por ciento contra productos de México y Canadá, justificado en su momento por la necesidad de combatir la migración irregular y el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Esta medida ya afectaba a productos agrícolas clave como los aguacates y los propios tomates mexicanos, así como a la madera para construcción y las aves de corral canadienses.
Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el país vecino del norte es el principal destino de las exportaciones de tomate de México. En el año 2023, el valor total de estas exportaciones ascendió a la significativa cifra de 2 mil 710 millones de dólares. El tomate se posiciona como el segundo producto agrícola más exportado por México a Estados Unidos, solo superado por el aguacate, lo que subraya la importancia económica de este sector para el país latinoamericano.
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La imposición de estos nuevos aranceles sin duda generará reacciones en el sector agrícola mexicano y podría tener implicaciones en los precios para los consumidores estadounidenses. Se espera que las autoridades y los productores de ambos lados de la frontera analicen detenidamente el impacto de esta medida y exploren posibles vías de diálogo para mitigar sus efectos en el comercio bilateral.
Con información de Milenio